No creo que soñar con ser princesa de pequeña esté lejos de soñarlo ahora, más mayor.
Aún ahora creo que tiene más peso....de niña con esa fantasía, de adulta con ese deseo.
Querer vivir en un cuento, ser la cenicienta cada tarde/noche, y aún sin sonar campanadas, resguardarse a las 00h en punto para que no descubran tu secreto.
Es cuestión de ser precavida, o tonta.
Porque la tontuna también se acrecenta. Con los años y bajo tu vestido de fiesta. Bajo esa vulnerabilidad de una princesa con aún más sueños que en la juventud.
Porque si por tí fuera, estarías todo el día soñando.
Con esa forma de decorar tu fiesta, tu fantasía, tu dulce piel....sigues jugando a ser un personaje de cuento.
Por eso, viajando en el tiempo, desde nuestro viaje.
Desde mi propio viaje...
Yo hoy, me siento así.....
Con Amor,
Diana.
Photo by JuanDan
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