Es cuestión de creer o no creer. Y la verdad es que creer en algo siempre te da un pequeño gustirrinín. Te hace estar alerta, que las emociones afloren ante lo que te puedas imaginar.
Lo mío quizá se va al extremo, porque estar despierta a las 7am toda nerviosa por ir a abrir los regalos cuando yo misma los he puesto.....en fin...sin comentarios.
Pero sí que es verdad que es cultural y de costumbres. En mi casa se ha vivido siempre con muchísimo juego. Dejar los tres vasitos de leche para los camellos y un licorcito para los reyes. Dejar también la ventana un poco abierta para facilitarles el paso. Y acostarse pronto para rematar tu año de una supuesta actitud positiva que va ligada a tener todos o casi todos los regalos que pediste.
Esta ilusión aunque se tiene de niños, yo la mantengo todavía a día de hoy. Me siento como una auténtica niña, y nunca debemos perder esa ilusión. Creer por sentir, por vibrar. Por encontrar emociones distintas.
Espero que vuestros reyes, sean los que sean.....hayan hecho bien su labor y estéis más que dispuestos a tener otro año increíble. Y sobre todo ganas de portarse requetebién.
Ahora entenderéis mis nervios madrugadores....y es que mis reyes, rejuvenecidos, están para esperarles tooooooda la noche....;)
Y encima me traen todo lo que pedí....Si es que.....;)
- Sombrero "Nice things"
- Foco antiguo de cine de Hollywood de 1930 restaurado por mi pareja. (Film spotlight).
- Súper gafas de sol "SUPER"
- Máscaras de teatro antiguas.
Gracias queridos Reyes Magos, por ser tan buenos y....estarlo. ;)
Con Amor,
Diana.
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