Las etiquetas de barrio bohemio, tanguero y de las mejores tiendas de antigüedades son más que suficientes para que pueda acampar en cualquier rincón de este maravilloso barrio y hacer vida.
Ya no sólo los domingos, donde un gran mercado de infinidad de puestos recorre la larga calle principal. Aún siendo el barrio más pequeño de Buenos Aires, se hace grande.
Con el encanto que le caracteriza ser también el más antiguo.
Con el encanto que le caracteriza ser también el más antiguo.
Puedes encontrar cualquier regalo, piezas artesanales, reliquias, souvenirs o lo más rico del camino: un fresco zumo de naranja para coger fuerzas ante tanto que ver. (Hay carritos a cada paso y te los hacen en el momento).
Mi visita "obligada" que se ha convertido en una tradición, es al mercado San Telmo. Una gran galería situada a mitad de calle Defensa donde si te despistas puedes pasarla de largo.
Techos altos y cientos de puestos llenos de antigüedades. Sifones por doquier, discos, ropa vintage, gramófonos y un largo etc...
Y para coger fuerzas y seguir la ruta de este barrio tan especial, nada como parar en uno de los laterales del mercado y saborear como dios manda. El lugar: "La Parrilla de Fredy" en la calle Carlos Calvo 471.
Aquí os dejo la prueba...
Con Amor,
Diana.
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