No creo que pueda sentir más magia, o viajar más en el tiempo que cuando toco un tul.
De pequeñita siempre jugaba a ser princesa, y creo que no estoy muy lejos de la gran fantasía que teníamos todas por aquel entonces.
Sumándolo al baile, este material se convierte en un imprescindible ya no sólo en mi armario, sino en mi vida.
Tengo fotos de mi primera actuación en el colegio con los piececitos en primera posición y ese típico mallot blanco con su tutú cosido a la cintura. Con el moño bien alto y un lacito rosa.
Me como la foto sólo de verla....;)
Y sí, con los años podemos transformar los recuerdos y mantenerlos con la moda.
Con esos materiales que con sólo rozarlos nos hacen viajar.
El olor.
Los colores.
Hoy mantengo casi el color, cambio mi mallot por una combinación y mis zapatillitas por unos decorabotas.
Aún sigo sintiéndome una niña...un poco mujer.
Probamos?
Con Amor,
Diana.
Combinación: Pull&Bear
Falda: Happy Valley / Ibiza
Cinturón: Vintage
Collar: Mercadillo
Decoratobillos: Bárbara Pintado.
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