Prueba y Vete




Prueba y vete nace de "Touch and Go"
Toco y me voy. De manera más sugerente o más atrevida esta expresión se utiliza en infinidad de momentos. Para este blog le damos el significado de probar las cosas al menos por una vez. Para saber como huelen, como te hacen sentir, como nos pierden o nos son indiferentes. Aquí, en este blog prueba la moda, la poesía, la belleza, el arte, los rincones de lugares mágicos….Todo, aunque sea por una sóla vez.
Prueba y vete. O quédate…..Tú decides.

Míchel González prueba en muy buena compañía…..

 

    Ponerme a hablar de Míchel González me ha costado varios días de pensamientos y dudas sobre qué será lo adecuado. Y es que conocerle desnudándole encima del escenario y que él suelte los billetes para que yo haga lo mismo suena poco serio. Pero nada más allá de una performance del Lío, mucha gente observando y ningún desnudo completo ni intento de divorcio por ninguna de las dos partes…
    De esto ya hace dos veranos. Fué una bonita y muy directa forma de entablar una amistad estival. Con él y con su mujer Merche, por supuesto.

    Conocer a Míchel fuera del entorno futbolístico es todo un privilegio. Míchel es el prototipo de hombre que toda mujer querría tener como amigo, padre, compañero, marido, amante, hermano….lo que sea pero cerca. Y es que la energía que desprende es indescriptible. Con una sonrisa arrolladora y una piel curtida por el sol. Sus 1,83cm de altura no deja indiferente a nadie. Y más te cautiva verle en ese entorno familiar, celebrando su recién cargo de abuelo y su larga trayectoria de marido junto a una mujer que viendo su complicidad no hay duda de que es "la mujer". Su compañera de vida.

   Que Míchel González haya marcado 21 goles me da bastante igual. No puedo felicitarle por ello, porque ni me enteré en su día ni entiendo de goles en la actualidad. Pero puedo acercarme a él sin tener que hablar de fútbol, aunque sea el movimiento mundial. Y sentarme en su mesa compartiendo un trocito de silla que me cede para acomodarme y él apretujarse más hacia su mujer. Y así nos quedamos los tres, charlando de sus visitas a la isla, de su felicidad por un miembro más en la familia y de los incontables años que lleva de casado, sintiéndose libre y feliz. Y cuando un hombre de su categoría y atractivo te dice eso frente a la mirada de su mujer admirando sus palabras, uno se quita el sombrero y "compra" el huequito de silla cedido por un rato para quedarse unas cuantas horas.
  Y así de agustito llega la pregunta del millón por supuesto.
Mi querido Míchel, ¿qué es lo que probarías y te irías inmediatamente?…

- Probaría estar en una playa.

Ante tal respuesta lo que más me hace gracia es mi búsqueda hacia lo morboso….¿con quién? ¿en una playa desierta?. Y con estas preguntas buscando picardía Míchel me mira como si no entendiese la sencillez de su respuesta.

- Con mi mujer, en una playa cualquiera. Pero que pueda estar tranquilo.

"Me vuelvo a poner el sombrero y a quitármelo". Dándome cuenta de las limitaciones que tiene el ser mediático, y el no poder sentirse uno más en cualquier lugar sin ser observado y perseguido para una instantánea. No sé como explicarlo, pero ese momento me enterneció, fué como si uno pide ser niño por un día, como si viviese de un recuerdo que seguramente no vuelva a sentirlo. Y es que la figura de Míchel González no se le olvida a uno, ya sea por su larga trayectoria profesional o por su carisma particular, en una playa, en el Lio, o donde quiera estar…Firmamos para que pueda tener un largo rato de tranquilidad desde el anonimato de buen padre, excelente marido y recién estrenado cargo de abuelo.

Gracias Míchel, por tu cercanía y por transmitir con tu sonrisa que ante todo, sabes disfrutar.

Con amor,

Diana.



2 comentarios:

Unknown dijo...

Ves, A Michel si lo conozco personalmente y afirmo todo lo q dices...

michel dijo...

Te has quedado corta; soy más alto que lo que dices....o debo estar menguando. Gracias guapa. No merezco tanto. Mis besos y mi cariño.