El otro día mi jefe me dijo que el blog tendría mucho más rollo si al hablar de los famosos fuese con otro aire más picante, o de crítica. Bien sabe que como buena castellana que soy, Géminis a muerte y con unas raíces austeras, si me pongo a hacer unas buenas críticas de los que me cruzo, dejo a pocos vivos.
Y es que los que sobreviven están en el límite entre ser o aparentar. Dos campos paralelos que se sienten a su vez cerca y terriblemente lejos.
¿Qué me pongo?, ¿A quién saludo?, ¿Al lado de quién me siento?.
A veces dan ganas de abofeterar a más de un@ cuando entran con aires de una superioridad bastante superficial. "Relájate y disfruta", me entran ganas de decir. Al final cagas y te tiras pedos como cualquier otro puto ser humano. Sólo que tu cuenta corriente te desborda y te concede por voluntad propia no mirar a nadie por debajo del hombro. Vaya a ser que te entre urticaria.
Aunque luego está la otra cara, en la que la cuenta corriente está temblando, pero les encanta soñar que pueden, y flotan por la sala como pisoteándote. Incluso peor que los que realmente tienen algo. Osease, dinero y….dinero.
Este trabajo,( y no me refiero sólo al Lío), me ha enseñado infinidad de cosas. Y una de ellas es tener un olfato delicado para saber quién tiene y quién aparenta tener. Quién se siente sólo, y quién es rico en buenas compañías.
Es más difícil conseguir buenos amigos que dinero. Y es que si eres avispado, inteligente y con cierta avaricia, el dinero lo puedes llegar a conseguir. Los amigos no.
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No me azotes!! me hubiesen entrado ganas de decirle al médico que me sacó de entre las piernas de mi madre y se atrevió a ponerme boca abajo para que desde el primer segundo sintiese el vértigo de vivir. Y encima llorando.
Déjame ser como soy. Déjame crecer a mi aire y déjame caer. Que seguro que sé levantarme.
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Este verano mi vieja amiga Sara me ha regalado un libro maravilloso para tener siempre en la mesita de noche y que te hace intrigarte cada vez más sobre tu personalidad.
"Encantado de conocerme", de Borja Vilaseca. Cuenta que existen herramientas psicológicas para acelerar el proceso de autoconocimiento. El Eneagrama es una de ellas. Es como un manual de instrucciones para comprender nuestras conductas y actitudes. Y en el que te explica que la personalidad que desarrollamos se marca desde el momento del parto. Que éste puede ser traumático. Así que allá cada uno que analice como es y se imagine como salió de ahí abajo.
Voto para que pongan música a los bebés y se les dé la bienvenida con un gran aplauso. Al fin y al cabo parece que sólo se celebra por todo lo alto los años de después. Pero el minuto uno debería ser el más celebrado, vaya a ser que se nos quede algún trauma por ello.
Pues ahí queda mi análisis, seamos o aparentemos. Sin traumas y con una sonrisa.
No nos esforcemos en ser quienes no somos. En extremar nuestra actitud, en hacerlo todo para los demás. No tenemos que demostrar nada a nadie. Seamos más que auténticos. Seamos nosotros mismos.
Yo lucho por ser, sin ninguna duda. Para aparentar ya habrá tiempo.
Con Amor,
Diana.
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