Encontrar la belleza de las cosas es fácil si vas con los ojos bien abiertos, y el móvil bien guardadito en el bolsillo. Sorprenderte por lo que se cruza en tu mirada es un regalo constante. Y no hablo del morenazo que camina por la playa con aire de gígolo….hablo de los sitios, los pequeños detalles, los rincones donde encontrar hogar y sentir que es tu lugar ideal.
Realmente eso fué lo que me motivo para escribir el blog. En mi último largo viaje, a Buenos Aires. Llegué a descubrir tantos sitios mágicos, que sólo quería escribir sobre ellos.
Ahora, en Ibiza, perdiéndote o no, siempre encuentras un lugar que tiene algo que te hace suspirar. Pero el lugar que he descubierto este año y que me tiene sin aire es sin duda este Agroturismo.
Acogedor, familiar, mágico y con detalles en cada paso que das. Así es "Can Domo".
Conocí a Pau Barba tres años atrás, pero me sorprendió este invierno trabajando en Barcelona. Divertido a la par que serio. Sensato, pícaro y con una forma de contar las historias que te parece escuchar cuentos. Con una sonrisa sincera en la que pierde los ojos al marcarla.
Me quito el sombrero al ver como se ha volcado en su negocio familiar. Esta Casa Rural al más estilo Ibicenco, donde poder dormir, descansar, darte un chapuzón en la piscina y comer como un rey. Con el más absoluto silencio, cero música más que los grillos o la risa de un niño haciendo alguna trastada.
Aún sin estar alojado puedes ir a pasar el día, comer, o ir directamente a cenar.
Yo me decanto por el día porque no puedo evitar mirarlo todo. Las puertas de madera desgastada, el antiguo establo hecho baño. La zona de masaje en pleno campo, donde no sé si me acerco a darme un masaje o al altar para casarme. Y si quieres de verdad relajarte y disfrutar varios días, sin ninguna duda la casita ovalada con baño al aire libre, la más alejada de la zona principal. En la que sientes estar en el set de "El señor de los anillos", llamar a la puerta y que te salga Gandalf a darte un saludete.
Y después de pegarte una charla con tu Gandalf imaginario, zampar como un auténtico señor de los anillos no es difícil tampoco con el arte y el amor que pone Pau en la cocina. Sabe que hace disfrutar, y nosotros disfrutamos de ese trueque. La carta no es siempre la misma, varían algunos platos. Aunque yo siempre acabe con mis preferidos:
- Burratina con aguacate y manzana.
- Risotto de setas, foie y trufa de verano.
- Solomillo con foie y frutos rojos.
Entre muchos otros….
Os invito a que paséis unas horas en este paraíso. Que sorprendáis a vuestra pareja, o una buena velada entre amigos. En el km 7,6 de la carretera de Cala Llonga. Veréis una piedra que pone pintado Can Domo. Vuestra señal para comenzar un viaje sin la mayor pretensión de dejarse llevar por todos los sentidos.
¿Quieres probar?
Can Domo te espera….
Con Amor,
Diana.
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