Entre muchas de las cosas que cada día se me pasan por la cabeza escribir, hoy decido sumergirme en dos importantes. Como cambios y como sensaciones.
El leer los blogs de dos chicas a las que sigo y comparto su forma de ver las cosas me ha hecho tirarme de cabeza.
Sara Carbonero y Leticia Dólera.
A Sara por su último post "De vez en cuando la vida" en el que habla de salir de la zona de confort y zambullirse 100% si quieres saber algo de verdad. Arriesgar y no conformarse.
A Leticia por su última película, "Requisitos para ser una persona normal" donde realmente con tan sólo el título te recuerda que tenemos la opción de no hacer las cosas bien siempre, de equivocarnos, de ser vulnerables, porque nadie, absolutamente nadie es normal. Aunque quieran aparentarlo.
Tengo ganas de cambios, y estos no vienen esperando en el sofá, o siguiendo tus días como hasta ahora. Lo cambios también se buscan para encontrarlos.
La frase "todo es por algo" la tengo muy presente. Pero a veces la paso por alto porque no siempre pienso que todo sucede porque sí. Hay veces que el "algo" lo ponemos nosotros y el "todo" es el momento en el que tu decides si caminar o quedarte parado.
Los días pasan sin darnos cuenta, lo que no hemos hecho hoy lo dejamos para mañana. A veces cuesta y pasan semanas, años, y nos quedamos con las ganas de hacer más.
La queja no puede estar en nuestra boca como si fuese parte de la saliva. Regeneremos las energías hacia el positivismo y hacia la fuerza de no sentirnos como Vértiga.(Una figurita que regalé hace años a mi amiga M.S. de una niña subida a una silla muy alta mirando hacia el suelo).
Fuera vértigos, emociones a flor de piel venir a mí. Arriesguemos en cambiar de camino al ir al trabajo, levantarnos con otros hábitos. Ducharnos por la noche si nunca lo hicimos. Comer tirados en la cama o cocinar desnudos.
Sintamos que la vida es un cuaderno en blanco y que no está en contra de nosotros. (Esta frase dedicada a más de una amiguita que tengo cerca).
Rompamos las hojas ya escritas que nos hacen recordar y no sonreír. Escribamos sin pudores, en mayúscula o minúscula. Dejando pasar alguna hoja sintiéndonos libres.
Esta vida ni siquiera es nuestra. No le debemos nada a nadie y no sabemos cuando acaba el cuaderno. Nos dieron uno al nacer y cada uno tiene un número de hojas que no podemos llegar a descifrar.
Así que vivamos como si no hubiese un mañana, y sonriamos por cada despertar. Porque cada 24hs es un días menos, o un días más. Y si tengo la suerte de tener un cuaderno con muchas hojas por escribir, espero poder sentir la felicidad que siento ahora. Que miro desde la primera página y me siento afortunada de todo lo vivido. Y que ahora sí, quiero todavía más cambios. Porque la aventura está en mí. Tatuada en cada despertar.
Y espero que también esté en muchos de vosotros.
Y para rematar me topo con un maravilloso texto de Ernest Hemingway...que mucho tiene que ver con el análisis de hoy...
Ahí va:
Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mí mismo.
Temía fracasar, hasta que me di cuenta que
únicamente fracaso cuando no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí, hasta
que me di cuenta que de todos modos opinan.
Temía me rechazaran, hasta que entendí
que debía tener fe en mi mismo.
Temía al dolor, hasta que aprendí que
éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final,
sino más bien el comienzo.
Temía al odio, hasta que me di cuenta
que no es otra cosa más que ignorancia.
Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mí mismo.
Temía hacerme viejo, hasta que
comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía al pasado, hasta que comprendí que
es sólo mi proyección mental y ya
no puede herirme más.
Temía a la oscuridad, hasta
que vi la belleza de la luz de una estrella.
Temía al cambio, hasta que vi que
aún la mariposa más hermosa necesitaba
pasar por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que nuestras vidas cada día tengan mas vida y
si nos sentimos desfallecer
no olvidemos que al final siempre hay algo más.
Hay que vivir plenamente porque la vida pasa pronto.
Ernest Hemingway
Probamos a vivir!!??
Con Amor,
Diana.
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